Naturaleza

El entorno de Guardamar del Segura está configurado por diversos ecosistemas que dan lugar a un paisaje único.

Las dunas, formadas a partir de las arenas aportadas por el mar, forman un cordón dunar que cubre todo el frente litoral del municipio, de norte a sur. Este conjunto, antes móvil y amenazante por la acción del viento, se fijó a través de una gran obra de repoblación forestal, iniciada el año 1900, lo que dio lugar al actual bosque litoral.

Las playas, caracterizadas por su finísima y dorada arena, tienen una extensión de 11 km. Las más cosmopolitas son la Centre y la Roqueta, y las más salvajes y solitarias son las de els Tossals (playa naturista), el Camp y les Ortigues.

Al sur de Guardamar se localiza el Parque Natural de la Laguna de La Mata, un humedal con una importante reserva de aves.

El río Segura y su huerta tradicional, donde hortalizas, frutales y cítricos originan un bello entorno. El Segura desemboca al mar en el paraje denominado “La Gola del Segura”, donde se ubica el puerto deportivo-pesquero Marina de Las Dunas.

 

Dunas y Pinada. Parque Alfonso XIII

Este espacio forestal tiene 800 hectáreas de extensión y en su origen fue un conjunto de dunas de arena móviles que fueron fijadas mediante la plantación de diversas especies vegetales como pinos, palmeras, cipreses y eucaliptos a partir de un proyecto puesto en marcha a finales del siglo XIX.

Cuando el 2 de diciembre de 1897 se aprobaba por Real Orden el Proyecto de Defensa y Repoblación de las Dunas de Guardamar, se ponía la primera piedra en un proceso innovador para la época y con unos excelentes resultados para la población de Guardamar, que vio desaparecer el riesgo que para su integridad representaba el avance del sistema dunar.

La intensa deforestación que desde el siglo XVIII hasta principios del XIX tuvo lugar en la cuenca del Segura unida a los procesos erosivos del río sobre la cuenca desprotegida provocaron un aumento considerable de los sedimentos que eran posteriormente redistribuidos a lo largo de la costa por la acción del mar. La fuerza del viento ponía la guinda en este amargo pastel, movilizando dichos sedimentos hacia el interior e influyendo así en la configuración del sistema dunar preexistente. La conjunción de estos factores se traducía en una clara amenaza para el pueblo de Guardamar que observaba cómo las dunas avanzaban a un ritmo de entre 2 y 8 metros por año. Para fijar estas dunas, se procedió a una repoblación forestal  dirigida por el ingeniero de montes Francisco Mira y Botella con la que se consiguió frenar el avance de las dunas y evitar el enterramiento del pueblo. La repoblación, que se inició en el año 1900 y finalizó en la década de los 30, ha dado lugar a la actual masa forestal consolidada junto al mar, conocida como “la pinada”. En ella se conserva un vivero y diversas edificaciones forestales de la época.

Los más de 600.000 árboles que a lo largo de cuatro décadas fueron plantados no sólo lograron el objetivo deseado sino que crearon un entorno paisajístico de extraordinario atractivo ecológico, turístico y cultural.

Parque Reina Sofía

El Parque Reina Sofía, con sus estanques y amplias zonas de juego para los pequeños y no tan pequeños bajo la sombra de los centenarios pinos, se ha convertido en el principal punto de encuentro para las familias con niños. Mientras los patos y cisnes nadan en los estanques, los pavos reales se pasean por el parque enseñando su colorido plumaje y las ardillas cruzan los caminos sin hacerle mucho caso a los visitantes. Varias pistas de petanca están a disposición de aquellos que quieran entretenerse en este entorno pacífico y la cafetería presta servicios para los que quieran tomarse algo. En las noches de verano el Auditorio del Parque es lugar de espectáculo y música y todos los años las Nits d’Estiu atraen al público para disfrutar conciertos en un entorno mágico.

El río Segura

Uno de los humedales del sur valenciano. El río Segura y su huerta es un espacio de gran belleza paisajística. La desembocadura en el mar o gola del río Segura y su tramo final configuran un espacio natural singular, debido a la entrada de agua del Mediterráneo así como por la anchura del cauce y la vegetación existente. Esto facilita el anidamiento y estancia de una cantidad de aves acuáticas como la garza real, la garceta, la cigüeñuela, el martinete, la gaviota, el zampullín chico, la polla de agua, etc. También cabe resaltar les Voltes del Riu vell, un tramo del antiguo cauce del Segura que ha quedado separado del nuevo curso según el Plan de Avenidas y que ha sido replantado con vegetación y arbustos de ribera. Existe una torre de observación de aves en la Gola del Segura y caminos anexos al río que son ideales para la práctica del senderismo y el cicloturismo así como para pasear a caballo.

 

La Huerta

La Huerta es la tierra de cultivo de regadíos tradicionales de Guardamar, situada en el tramo final del curso del río Segura. Está dotada con un viejo sistema de acequias, azarbes, escorredores y con su correspondiente parcelación de terrenos y cultivos de hortalizas, cítricos… Es una zona característica por el múltiple abancalamiento de distintos cultivos, que conforman un mosaico de colores y formas entrecruzado por caminos, redes de riego y, por supuesto, el río Segura, que es el proveedor de las aguas y da fertilidad a la vega.

 

Montes

Las Cañadas y los Cabezos fueron repoblados en los años 40 y 50 del siglo pasado con pinos fundamentalmente. En nuestras montañas crece flora y fauna características del Mediterráneo. Las cimas más importantes son el Montcaio, les Raboses, el Palleret, l’Estany y el Molar. Desde los primeros se puede apreciar un paisaje espectacular protagonizado por la costa de Guardamar, la bahía de Santa Pola y la isla de Tabarca.

 

El Campo

En la parte meridional del término se emplaza esta zona de antiguas tierras de secano, transformadas casi en su totalidad en regadío gracias al canal de Riegos del Levante margen derecha. Se mantiene el paisaje rural con sus parcelas de limoneros, naranjos, hortalizas, así como las casas de campo y embalses de riego. También tiene espacios de cultivo de secano tradicional como viñedos y campos de cereales. En las zonas más altas se observa el encantador paisaje de la Laguna de La Mata y el Mar Mediterráneo al fondo.

 

Parque Natural de las Lagunas de La Mata

Las salinas de La Mata y Torrevieja, conocidas antiguamente como las Salinas de Guardamar, forman este parque natural, que es un destacado ejemplo de los humedales existentes en el sur valenciano, de elevado valor ecológico por su flora y vegetación, y porque en él descansan multitud de aves migratorias, entre las que destacan el zampullín cuellinegro y el flamenco, y otras que nidifican como la cigüeñuela, el aguilucho cenizo y la avoceta. El parque tiene una superficie de 3.700 hectáreas y una parte se encuentra dentro de los límites del término municipal de Guardamar del Segura.

Dispone de un Centro de Información e Interpretación con una amplia exposición gráfica del ecosistema salino y ofrece una red de itinerarios para realizar a pie y en bicicleta.